Blog

Trabajamos hace más de 15 años en acompañar a personas que nos vienen a pedir ayuda por una problemática relacionada al abuso de sustancias y adicción. Hoy lo hacemos desde un formato de Programa Ambulatorio Remoto, desde el comienzo en marzo del año 2020, de la pandemia de Covid-19. 

Todos aquellos que quieran recibir un plan de acompañamiento profesional por parte de nuestra Organización, CHOICE Counseling, deben saber que un requisito o criterio a cumplir, es tener al momento del ingreso a la evaluación diagnóstica, a alguien, sea quien sea, como referente para la Institución. 

No nos es posible trabajar en la problemática de drogas, solo con el consultante o paciente que nos viene a pedir ayuda, sino que necesitamos a alguien responsable por éste, para conversar y poner en marcha el acompañamiento.

Generalmente se sugiere a la persona que nos viene a pedir ayuda, que haga participar a su familia más próxima, ya sean los padres con los cuales convive, pareja si la persona está en una relación y ya se ha independizado del hogar, o los hijos, si es una persona separada que vive con sus hijos mayores de edad. 

Mas allá de eso, lo que sabemos por experiencia que funciona mejor, es hacer participar a la mayor cantidad de personas significativas para el consultante o paciente, es decir, si vive con su pareja pero tiene un trato diario con sus padres, sería conveniente que participaran los padres también, igual los hermanos, en el caso de que mantenga una relación frecuente y sostenida con ellos, o por ejemplo un jefe o compañero de trabajo al cual ve todos los días y sabe de su problema. 

¿ Porqué planteamos la participación de las personas significativas en el proceso terapéutico individual de la persona que atraviesa un problema con drogas ? 

En primer lugar, entendiendo que cuando estamos frente a una persona con una problemática de adicciones, no dejamos de lado su contexto vincular o familiar, ya que estamos también, frente a todo un sistema que tiene un mal funcionamiento, donde en general, el todo, es parte importante de problema que se quiere solucionar. 

En segundo lugar y partiendo de que estamos frente a un sistema familiar disfuncional, entendemos que si solo trabajamos individualmente con quien porta el problema de consumo, pero no intervenimos en su contexto familiar, es mucho más probable que el mismo sistema familiar o vincular del consultante, que no funciona bien, provoque que la persona vuelva a caer en la problemática que pudo revertir con el proceso terapéutico personal en CHOICE. 

Además, la mayoría de las veces, encontramos en algunos miembros de la familia de un adicto, lo que llamamos el trastorno por co-dependencia como patrón de funcionamiento establecido. 

Tengo que decir, que en muy bajo porcentaje, a veces nos encontramos con familias, vuelvo a decir, contadas con los dedos de las manos, que tienen un buen funcionamiento familiar y sin embargo, tiene un familiar abusador o adicto.

En estos casos, el familiar no convive con ellos por lo general, por lo tanto no ha empobrecido o perjudicado del todo el funcionamiento de la familia, pero indudablemente, es muy necesario para toda la familia, involucrarse en el proceso de acompañamiento, ya que están sufriendo y padeciendo el dolor, por tener a ese miembro de la familia en una situación de adicción a las drogas. 

¿ Qué es la co-dependencia ? 

Lo primero que hay que saber, es que aquella persona que padece un trastorno de co-dependencia, estará marcada por una dependencia afectiva extrema, que convertirá a la otra persona, en nuestro caso al adicto, en el centro de su vida, obsesionándose por estar viviendo la vida del otro, y de esa manera, empobreciendo la propia. Por este motivo le llamamos una relación tóxica. 

Vemos mucho del desarrollo de éste trastorno, en los ámbitos donde familiares cuidan a enfermos crónicos, por ejemplo, o cuidan a personas que tienen una discapacidad severa, y también, como es en nuestro caso, las personas que viven con un abusador o adicto a las drogas. 

¿ Cuál es el patrón más característico de la persona que padece co-dependencia ? 

El más sobresaliente es la necesidad consciente o inconsciente, de saber como esta la persona adicta, una obsesión por saber todo el tiempo que hace o que deja de hacer el adicto y acompañada por una conducta sostenida, de querer controlar, manejar o cambiar al adicto. 

¿ Cuál es la consecuencia de no trabajar este trastorno afectivo de co-dependencia ? 

En primer lugar, la terrible situación de dejar de vivir su vida para pasar a vivir a través de la vida del adicto, relegando necesidades personales, deseos, proyectos y dejando todo por el familiar o la pareja del adicto. 

No hay texto alternativo para esta imagen
La persona co-dependiente está dispuesta a entregar su vida por completo al adicto.

 

Cuando la vida de la persona que tiene co-dependencia termina con el tiempo a pasar a segundo plano, se empobrecen todas las áreas de la persona y de ésta manera, aparecen los signos característicos de agotamiento crónico, estrés y la depresión. 

En la mayoría de los casos, si no se trata la co-dependencia en la persona que la padece, el trastorno afectivo se profundiza y se convierte en el patrón de mal funcionamiento vincular en todas las relaciones que establezca la persona. 

Nuestra experiencia en el acompañamiento a las parejas nos dice que cuando la persona co-dependiente se involucra en el proceso, con una actitud de querer cambiar la relación que mantiene con el adicto, dándose cuenta de que sostiene una vínculo tóxico, el pronóstico de esa relación es favorable a que continúen juntos. 

En cambio, si la pareja no participa, algo que a veces no se puede lograr por parte del equipo del programa, lamentablemente sabemos por experiencia que el pronóstico es desfavorable no solo para la persona, sino para la propia relación. 

Es muy común que la pareja sea en un principio la denunciante de la situación del adicto y de ese modo ponga límites, que en general no puede sostener, y que cuando se comienza a transitar el proceso terapéutico, y la persona consumidora hace movimientos que lo colocan en otro lugar, porque está cambiando, la pareja inconscientemente lo quiera seguir poniendo en el lugar del adicto, en el centro, en el motivo y significación de su vida. 

Si esto se puede trabajar, porque la pareja está participando en el proceso, se puede ver y modificar, pero si la pareja no participa, lo mas probable es que haga todo para que la persona vuelva a tomar el rol de hijo, por ejemplo y de adicto, para evitar perder su rol de controladora y su significado en la vida. 

En el plan de tratamiento, por un lado sugerimos a la pareja del consumidor problemático que participe de un grupo de pares, donde pueda escuchar la experiencia de otros participantes, que están en la misma situación que él o ella.

El grupo ayuda a los participantes no solo a sentirse acompañados, sino que además, los alerta de las conductas impulsadas por este trastorno afectivo particular. 

Algunas señales de alerta que nos marcan el vínculo co-dependiente. 

Las personas co-dependientes muchas veces se sienten responsables de los sentimientos del consumidor problemático, como si ellos los provocaran. 

Las personas co-dependientes, suelen permitir por parte del adicto, el maltrato verbal y físico y todo tipo de descalificaciones personales. 

Las personas co-dependientes tienen la creencia muy arraigadas que ellos son los únicos que pueden hacer que el adicto cambie, y por tal motivo, su único objetivo en la vida pasa a ser el cambio de la persona que tienen a su lado.

Las personas co-dependientes suelen sentirse víctimas, como si el consumo del adicto fuera algo que se les hace a ellas/os, donde se sienten usados y victimizaos cuando las cosas no salen como ellos quieren. 

Las personas co-dependientes niegan en general la realidad, donde justifican la conducta del adicto, buscando mantener el equilibrio de la pareja a cualquier precio. 

Cuando existe la co-dependencia en la pareja, el co-dependiente toma el rol de un progenitor y actúa como tal en la relación. 

En general, frente a la confrontación externa de la conducta del adicto, la pareja co-dependiente suele justificar y defender al adicto, generando una alianza que sostiene al adicto en su síntoma. 

Para nosotros es tan importante la participación en grupo de parejas dentro del programa, como que la pareja co-dependiente reciba ayuda profesional en consultorio externo. Generalmente a todas aquellas parejas que no tienen un espacio de trabajo personal, les sugerimos que lo comiencen, ya sea de psicoterapia o de Counseling, para poder de ese modo, trabajar más centrados en la persona y la pareja en particular. 

Ese acompañamiento nos va a permitir que juntos podamos definir la conducta problema, la descripción y junto al consultante, el análisis de sus interacciones, no solo con la pareja actual, sino también con su historia, con otras relaciones del pasado, la familia, etc., y fundamentalmente cuales son los factores del presente, causales de la co-dependencia y las variables que la mantienen en la actualidad. 

Autor: Juan Facundo Cincunegui
Director Ejecutivo del Programa CHOICE